Los bebés exigen mucho cuidado y una atención constante; son tan frágiles que cualquier cosa por insignificante que pudiera parecernos, puede resultar en algo atroz y hasta mortal.
Por eso es bueno que los nuevos padres, estén bien informados y busquen ayuda y consejos de gente experimentada en estos asuntos. Conoce esta importante historia para que puedas evitar problemas relacionados con esto.
La ignorancia de un par de padres primerizos hizo que su bebé pasara por una tragedia que casi le arrebata la vida. Lee la siguiente nota y comparte para que ni a ti, ni a tus conocidos les pase algo similar.
Un par de esposos, bendecidos con el milagro de recibir a su primer hijo, se encontraban en una felicidad y agradecimiento increíble con la vida. Para ellos todo era luz y armonía, su hijo era su principal motivo de vivir y en el que centraban toda su atención. El hogar se llenó de risas, de visita esperando conocer al nuevo integrante de la familia, el amor estaba por todos lados de la casa…
Los padres sabían que los bebés se enferman con cierta facilidad, y que constantemente hay que tener cuidados especiales hacia ellos. Como ellos lo consideraban algo normal (pues así se lo habían dicho sus conocidos) nunca prestaron la atención debida al llanto del bebé. El recién nacido lloraba constantemente, solo cuando dormía cesaba su llanto. Los padres primerizos pensaban que se trataba de aires, gases y cosas de menor importancia. Por esta razón, lo único que hacían al respecto, era darle un par de palmadas en la espalda, cargarlo, arrullarlo y cantarle para ver si podían conseguir que el bebé se tranquilizara y durmiera.
Después de 3 días que el bebé no ceso su llanto, los padres se preocuparon lo suficiente como para llevarlo al doctor. Una vez en el consultorio, el pediatra lo recibió y comenzó a hacer la evaluación médica correspondiente.
Al no encontrar nada malo en ninguno de los órganos ni sistemas del bebé, el doctor mandó a hacer estudios más especializados y profundos… La familia ya estaba esperando lo peor…
Cuando los resultados llegaron, lo único que apareció, fueron cambios en la presión sanguínea del bebé, por lo que el pediatra pensó que se trataba de algún mal en el corazón…
Pusieron al bebé en la camilla para hacerle un segundo análisis físico, y sucedió lo más extraño posible: el pediatra encontró el raro e inaudito causante del mal… Se trataba de un pelo de su madre, enredado en el pie de su bebé. Este pelo, estaba impidiendo el correcto flujo sanguíneo y estaba impidiendo que la sangre llegara a esta área, lo cual producía cambios en la presión arterial y un inicio de muerte de tejido en el dedo del pequeño… De no haber sido detectado a tiempo, el bebé hubiera perdido su dedo y su corazón pudiera haber tenido daños irreparables. Esto fue lo que les dijo el pediatra.
Sin duda, estos padres pusieron en un grave peligro a su primer y único hijo, pero gracias a eso, hoy podemos saber que hay que tener cuidado en todo lo relacionado con nuestros bebés, y que si los vemos llorar, no debemos tomarlo como algo normal. Hay que acudir con su doctor para ver qué es lo que está pasando…
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