El plátano es una de las frutas más consumidas en todo el mundo, pues su delicioso sabor y sus múltiples propiedades lo han hecho merecedor de ser parte de la dieta de la mayoría de las personas.
Este fruto se caracteriza por ser rico en hidratos de carbono, lo que hace que sea una de las mayores fuentes de energía vegetal. Está compuesto por tres tipos de azúcares (fructosa, sacarosa y glucosa), que se compensan con sus mínimos contenidos en grasas y su gran contenido en fibra, que es la que ayuda a regular su absorción.
El consumo del plátano está recomendado especialmente en las dietas de los niños que, en muchas ocasiones, precisan de un alimento que les ayude a saciar el hambre de forma rápida. Además, es muy recomendado para deportistas, quienes necesitan energías para mejorar su rendimiento. Sin embargo, pese a tener todos esos beneficios, existen algunas otras razones para mirar más detenidamente antes de comerlos, pues algún día podríamos tener algún problema.
Aunque los plátanos son muy tropicales y son muchos los países en los que se cocinan platos gastronómicos combinados con el plátano como ingrediente principal, no debemos desviarnos de ciertas cosas que se puede observar en ellos y que pueden ser indicativos de que dicho alimento no está en buenas condiciones y que pueden traer complicaciones para nuestra salud.
Maria Layton, una británica de 43 años, se quedó petrificada cuando vio una especie de telaraña pegada a los plátanos que acababa de comprar en el supermercado Tesco de Pontardawe, en el sur de Gales.
En un primer momento, pensó que únicamente se trataba de moho por la humedad, por al fijarse bien, se dio cuenta de que era un capullo repleto de arañas que empezaban a moverse. Horrorizada, metió dicho plátano en una bolsa de basura y llamó al servicio de atención al cliente de la cadena.
Lo que Maria no sabía de su desagradable experiencia era que había estado muy cerca de una de las especies más venenosas del planeta, la araña errante brasileña, que de adulta puede ser tan grande como una mano y la cual es especialmente agresiva con cualquiera que se ponga en su camino.
Por si esto fuera poco, es uno de los arácnidos más veloces, y suele sembrar el pánico en los barcos que transportan fruta desde Suramérica al resto del mundo, ya que sus huecos crecen dentro de los plátanos y sorprenden a los marineros. Es habitual en Brasil, Argentina y Uruguay.
Si alguien tiene la desgracia de sufrir una de sus picaduras, empezará a perder el control muscular, su respiración decaerá rápidamente, y finalmente se encontrará con el paro cardíaco, y por consiguiente, la muerte. Pero durante su martirio, y especialmente si es un hombre la víctima, también tendrá un efecto secundario muy particular, una erección permanente de cuatro horas.
En unas declaraciones a Yahoo News, Maria, ama de casa y madre de dos hijos, aseguró que la experiencia pudo haber sido mucho peor. “Fui yo la que abrí la bolsa con los plátanos infestados, por mi hija Siri, de seis años, quería comerse uno. Primero descubrimos una pequeña marca, como de un mordisco, y luego el capullo. Si Siri hubiera abierto la bolsa y se lo hubiera comido ella sola, seguro que no se habría dado cuenta de las arañas”.
“Estaba bastante asustada. No me gustan las arañas, pero cuando leí sobre las errantes brasileñas, me quedé de piedra por el daño potencial que podrían haber causado”, explicó angustiada.
La araña errante brasileña suele actuar de noche en la jungla, mientras que por el día duerme dentro de un plátano o de otra fruta. Por eso se le conoce como la “araña del plátano”.
A pesar de la gravedad de lo ocurrido, parece que Tesco no estuvo a la altura. Según revela Maria, “sólo me dijeron que llevara la etiqueta con el código de barras al supermercado para que me devolvieran el dinero, nada más”. Un portavoz de la compañía expresó “sus más sinceras disculpas” a la ama de casa y anunció una investigación para aclarar lo ocurrido.
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